martes, 22 de marzo de 2011

Memoria de mis putas tristes

Empecé a leer el libro de García Márquez y como siempre encontré esa sencilla genialidad que conocemos. La historia es breve y simple, un hombre encuentra el amor luego de cumplir los 90 años y este descubrimiento lo atormenta pero le da un último e inesperado momento de felicidad.

Anoto algunas líneas que me gustaron:
“De un modo solemne, como si acabara de inventarlo, me dijo: El mundo avanza. Sí, le dije, avanza, pero dando vueltas alrededor del sol”
En esta línea el protagonista derrocha sabiduría a la vez que resignación

Otra:
"A quien me lo pregunta le contesto siempre con la verdad: las putas no me dejaron tiempo para ser casado"
jajaja

Esta frase muestra de una forma poética una linda neurosis, la pondría como sita en un libro de psicología:
"Volví a casa atormentado por el diablillo que sopla al oído las respuestas devastadoras que no dimos a tiempo, y ni la lectura ni la música mitigaron mi rabia"
A ver psicólogos amigos quién escribe un libro que esté a la altura de esta frase.

Por último, una pequeña historia en un párrafo, el dominio de la síntesis y el buen humor de Gabo que siempre vamos a estar en deuda:
“Hay un cuadro en la pared de enfrente, le dije. Lo pintó Figurita, un hombre a quien quisimos mucho, el mejor bailarín de burdeles que existió jamás, y de tan buen corazón que le tenía lástima al diablo. Lo pintó con barniz de buques en el lienzo chamuscado de un avión que se estrelló en la Sierra Nevada de Santa Marta y con pinceles fabricados por él con pelos de su perro. La mujer pintada es una monja que secuestró de un convento y se casó con ella. Aquí lo dejo, para que sea lo primero que veas al despertar.”

En definitiva, un libro cargado de ternura y erotismo, no es el indicado para empezar a leer a García Márquez porque no da una idea de su obra, pero un bello relato para quienes ya cursaron cien años de soledad o el otoño del patriarca.

Saludos y hasta la próxima vuelta de página