domingo, 28 de diciembre de 2014

Dos cuentos de montevideanos, de Mario Benedetti

El presupuesto
Un grupo de oficinistas comparten una vida modesta y pobre hasta que se enteran que se
rumorea la posibilidad de que se les asigne un nuevo presupuesto, lo que significa un
aumento para todos. Casi instantáneamente desean cosas que hasta entonces no habían
pensado, una lapicera de plata, unos zapatos, una cartera nueva.
Esperando varias semanas, se impacientan con la novedad, y de a poco van comprando cada
uno sus objetos soñados, lo que implica entablar deudas.
Cada vez más exasperados, contraen la rutina de la ilusión y la decepción.
Finalmente, piden una entrevista con el Ministro. Luego de la promesa de tratar su caso,
llaman por teléfono, y obtienen una respuesta ya sospechada: han aplazado el aumento.
(Este cuento lleva a Kafka al mundillo oficinista de Montevideo)

Sábado de Gloria
Un hombre se despierta contento porque es fin de semana, y pasará el día en la cama
junto a su esposa Gloria. Pero se da cuenta que ella se siente mal, cada vez peor.
Llama a una doctora que le habla de internarla de urgencia.
Pasa la noche en el hospital, en vigilia, porque le han dicho que "si pasa de hoy
es probable que se salve". Él decide aferrarse a la operación mágica de imaginar
un futuro, hijos, tardes juntos, viajes, porque de esa forma se convence que ella
superará la noche. Aunque no cree del todo en Dios, decide rezar. A las doce se piensa
 "el día terminó, va a estar bien" en lo que también puede ser tomado como un pensamiento
 mágico. Esta tranquilidad hace que se quede dormido.
Cuando despierta su esposa ya no está. Se entiende que ha muerto. Le preguntan si la
quiere ver y el responde que sí, quiere ver cómo se desvanece llevándose con ella
sus hijos, sus feriados, su fe en Dios.