y borrachines) se encargan de la investigación. Paralelamente se desarrolla una historia de amor
entre el teniente (un donjuán) y una gorda del pueblo, que lo rechaza. Finalmente encuentran al
asesino, un general que se pega un tiro en la playa.
La obra es más bien sosa para mi gusto, de un humor bobo y predecible, escrito con un vocabulario llano y popular que recurre a los regionalismos. También recurre a varios lugares comunes del género, como el clásico contrapunto entre el detective y su ayudante, que lo idolatra exageradamente ("siempre sabe sacar secretos" dice ante cualquier pregunta estúpida). Estos lugares comunes, deformados y exagerados hasta el ridículo, forman parte de la sátira.
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